ANTES:
Alguien lo sujeto por detrás con gran fuerza y le enterró su aguijón, succionó hasta que se sintió satisfecho y huyó dejando tirado al infortunado Jefe de Policía.
II
Después de unos momentos de inconciencia vino la impotencia anta la imposibilidad de haber hecho algo, por evitarlo, y por la comezón que empezó sentir.
Era suficiente por ese día, el jefe estaba exhausto y herido así que decidió ir a su departamento, o cama como suele decirle cuando habla informalmente. Abrió la puerta y se recostó pensó que después de lo sucedido no habría mas acción, y no la quería. Entonces escuchó los macabros cánticos de la secta de los mosquitos, un sonido tétrico que se colaba por entre las sabanas para llegar a los ya hartados oídos del joven policía.
Cánticos, cánticos, cada vez mas cercanos, cada vez mas desesperantes, saltó de su cama y se armó de valor para enfrentarlos frente a frente. Tomó su pistola, y se escondió detrás de la puerta. Entraron y el saltó para sorprenderlos y disparó, los mosquitos rieron malvadamente al darse cuenta que la pistola no tenía balas. Omar asustado lanzó una patada y corrió al jardín, y se encontró con el arma que daría fin a su sufrimiento.
Los buscó y... Sangre.
domingo, junio 18, 2006
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5 comentarios:
odio las secuelas =)
¡sangre!
¡Oh noes!
Los mosquitos atacan de nuevo.
Espero la trilogía de los mosquitos.
Muahaha, die bitches!
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