El ataque de los mosquitos.

Nos reuniremos por la noche, está invitada su banda es tiempo y queremos sangre...

Es un trozo de papel Sr. Omar que encontramos tirado en su recamara y analizamos bajo microscopio y lo transcribimos a tamaño carta para que usted pudiera leerlo, aparentemente es de los mosquitos. Le dice el gendarme a Omar el jefe de Policía de la segunda habitación de la casa...o tercera quien sabe.

La practica de succionar sangre humana es totalmente ilegal en el cuarto de Omar, y se castiga con la muerte.

Omar arrebata la hoja al gendarme y la lee rápidamente y en acto de furia la arruga y arroja sin mirar a donde, hecha un gruñido y dice heroicamente, no, no alarmen a los demás yo me haré cargo. Omar se coloca su chaleco anti-piquetes toma su lámpara (era ya noche y el barrio es oscuro), su pistola y la mete en su saco.

Planeó un acto sorpresa, el cual consistía en apagar las luces del barrio en que operaba dicha banda y esperar a que aparecieran entonces atacaría ferozmente.

Pero antes debía inspeccionar la zona, los callejones oscuros, recordó, le daban miedo cuando recién ingresó al H. Cuerpo de Policías, cosa que no le causaba ni un solo sentimiento en el presente, pero se le heló la sangre al observar en uno de los callejones un letrero escrito en la pared con sangre fresca aún, letra chueca y chorreada: Solo queremos tu sangre.
Sí, se le heló la sangre pero eso no le impidió entrar al callejon a investigar. Solo escucho murmullos y pasos, cuando se acercó los mosquitos ya habían volado huyendo cobardemente. El Jefe de policía sintió una especie de alivio ya que de enfrentarse con esa pandilla no quedaría nada de él.

Entonces supo que era tiempo de cargar su pistola....

Trepó la barda que daba fin al callejón y se topó con una vista magnifica de la ciudad. No era tiempo de cursilerías, arrugó la cara y bajó lentamente hasta el otro lado de la barda, era un terreno baldío, donde no se podía distinguir nada en absoluto.

Alguien lo sujeto por detrás con gran fuerza y le enterró su aguijón, succionó hasta que se sintió satisfecho y huyó dejando tirado al infortunado Jefe de Policía.


Continuará...
En realidad no supe que mas poner pero sí continuará.