No estaba estudiando, estaba de parranda

Ahora no estuve estudiando, es que me dediqué a estudiar tanto tiempo que me empalagué de anatomía y mejor me puse a pintar, a pintar muchachas encueradas y abuelitos vestidos.

De verdad, hasta se me olvidaba que ya era yo todo un universitario de 19 años, sí 19 y el sábado pasado hice lo posible por que mi cumpleaños pasara desapercibido, no soy mucho de cumplir años, además de que 19 años ya se escucha bien grotesco.

-¿cuántos años tienes?

-D-I-E-C-I-N-N-N-N-N-N-N-U-E-V-E

-Aijoles!


Estoy esperando el fin de semestre con antidepresivos en una mano, antiestrés en la otra y goma, sacapuntas y lápiz del 2 ½ en la boca, porque dicen que se pone chistoso el asunto, chistoso para los profes pero catastrófico para muchos de nosotros que se ponen a pintar viejas encueradas en lugar de estudiar. Y que mi técnica de apuntarme cosas en las manos está siendo derrotada cuando en la escuela me piden “Omar ciérrale un ojo a Y...” y yo no sé si darme un seductor golpe en la quijada mientras cierro levemente mi ojo derecho, o acercarme a la susodicha y darle un puñetazo en el ojo.

• Y ya tengo un lugar nuevo para los cuadros. Porque la clave del flickr la perdí y ni mi correo me sé.

• Y que ya está activo el blog Mil palabras, estaba solito pero ahí está un nuevo post bien chulada.
• Y ya.