viernes, octubre 31, 2008
Sobre advertencia quizá hay engaño...
Este post es de advertencia, es de esos que te dicen que tengas con cuidado con lo que haces, así como te decían que no hables con extraños, que no aceptes dulces de señores desconocidos, que revises tu asiento del cine antes de sentarte, que los polvos del teléfono que te desmayan y que las arañas y que no se que.
PUES AHORA ME TOCA A MÍ. (a caray escribió en mayúsculas pero así hasta se ve mas imponente)
Ten cuidado donde andas dejando tus órganos. Ya sean internos externos, te gusten o no. Cuídalos.
Estaba con M de Miriam pasando el rato tomando un día de campo, comiendo pizza hablando de las cosas de la vida y volando por las nubes.
Y de pronto se fue y, todo bien, hasta que…
Así es: olvidó su nariz. No se como estuvo tal descuido pero ahora yo tengo su nariz. Inmediatamente le avisé y me dijo que con razón no podía oler nada.
Ahora yo me hago cargo de su nariz.
La rasco cuando tiene comezón. O trabajos mas sucios:
Le pico la nariz en los ratos de ocio, o le rasco cuando tiene comezón.
Y taparle la nariz cuando hay olores feos. Pero ya en cuanto la vea le regreso la nariz.
Pero por eso los exhorto a todos ustedes lectores de este blog que anden cuidando todos sus órganos.
Y sus intelectos también, porque ya no se donde dejé mi razón.
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Imaginacion.
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2 comentarios:
yo no sé donde deje mi finura
Ay, que cosas, recuerdeme atarme la nariz a las orejas para que no se me pierda.
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