De preguntas

¿Qué sería de nosotros sin las preguntas?
Para empezar no podría ni siquiera empezar este post.
Las preguntas son hechas para gente educada y de buenos modales (bueno no son exclusivas de ellos [o nosotros], pero las preguntas son indispensables para la gente educada).
Sin ellas uno podría estar en casa ajena en medio de una platica interesante y pararse e irse.
El que se levantó ya se fue dirían todos.
Pero con ellas:
¿me permiten un momento?, Embajador ¿Puedo usar su baño?,¿dónde está?.



O las preguntas sin signo pero con palabras preguntonas.

“Cómo hacer un monumento en mármol.”
“Quién se comió el queso.”
“el por qué de las cosas”


Pero un día sucedió algo inexplicable.
Quizá descubrí un nuevo tipo de preguntas. No tiene signos ni palabras preguntonas.
Gramaticalmente no es pregunta, pero el cerebro la convierte en una.

Cierto día iba transitando alegremente por las calles coloniales de mi ciudad, y entonces sucedió:
Una joven mujer se me acerco y así nomás me dijo:

Disculpa, un internet por aquí.

Esa señorita buscaba un lugar donde tengan computadoras conectadas a la red cerca del lugar de donde nos encontrábamos
Yo amablemente le di las indicaciones y se alejó.
Entonces avancé unos metros y de pronto POING! Me detuve y Me pregunté: ¿ ”un internet por aquí”?
Entonces me di cuenta que esa frase no tenia sentido y me reí largo rato.
Entonces me dije: ¿Es afirmación?, No creo, para convencerme de que fuese una afirmación a mi gusto le haría falta un “hay” –Hay un internet por aquí-
No sé realmente no encontré sentido a esa frase. O sea ¿un internet por aquí, qué?.
.
En fin no le di importancia y seguí mi camino.

Avancé unos cuantos metros mas y poing! De nuevo, me detuve y me pregunté:

¿entonces por qué la entendí como pregunta? ¿Y por qué le respondí?

Una frase sin sentido es convertida a pregunta por el cerebro.-me dije.
Quizá- me respondí.

Avancé unos metros y me pregunté...

¿existen los fantasmas?