Clase 2
Ya no llevaba los nervios chiquitos de dia pasado, ya conocía a mi instructor yo ya sabía manejar aunque no apropiadamente. Así que para el segundo día estaba ansioso por aprender mas.
Qué me va a enseñar hoy, oh! Gran instructor?- Pregunté con curiosidad y ansia.
-ps, arranque en subidas, o estacionada, o ps a ver ahiruta vemos no?- en eso presiona el claxon y grita- muñeca!
Llegamos al lugar de práctica, tomé el lugar del conductor.
Arranca.
Arranco.
Te vas a ir todo derecho.
Me fui todo derecho y llegamos a una calle muy muy empinada, y pensé- seguramente aquí veremos lo de arranques en subida.
Oríllate y detente.
Orilléeme y detúveme.
Arranca.
La verdad eso de arrancar en subidas siempre me costó trabajo y creí que pasaríamos ahí horas y horas practicando. Y sí, al primer intento el coche se me apagó. Pero al segundo no y continuamos y esperaba que me dijera que repitiéramos tal hazaña pero seguimos derecho. Y su instrucción fue: te vas a detener en el semáforo espera el verde para dar vuelta a la derecha. Hice lo instruido y luego me dijo metete a la gasolinera.
¿será parte del curso? Yo la verdad en el programa nunca lo vi, pero me dijo -metete a esa fila que el tanque esta de el lado izquierdo, no te pegues tanto a las mangueras, pon primera y apágalo.
Regresamos a donde fue la primer clase un lugar de calles, sin subidas ni bajadas.
A la derecha, a la derecha , a la derecha, a la izquierda, a la izquierda, a la derecha, derecho, junto al remolque, apágalo. Esa fue nuestra clase de hoy.
Yo la verdad no entendí la clase de ese día.
Clase 3
Ya no sé si llamarles clases o paseos. Cuando ibamos rumbo al coche ya no eramos sólo Samuel (el instructor) y yo, había un tercero. Llegamos al coche y pues, ahora éramos tres en el coche. Ahora los dos gritaban muñeca a cualquier mujer que se nos atravesara.
Vamos por unos chicharrones ¿no?, decía el pasajero.
Llegamos al lugar de siempre y me puse del lado del conductor.
Me hizo las explicaciones pertinentes de la reversa y comenzamos a echarnos de reversa. Cuatro veces.
¿Cómo andas en la estacionada?
No ps tardo como dos horas estacionándome.
Me dio explicaciones pertinentes de estacionada. Y nos estacionamos.
Una vez, una, y nos fuimos, a la derecha a la derecha, izquierda, metete ahí.. Sí, habiamos llegado al lugar que el pasajero deseaba, así que bajamos, el pasajero por su chicharrón, Samuel por un quelite y yo no quise nada.
Esa fue la clase de hoy, nos vemos mañana.
Y cuando íbamos de regreso alguien hizo enojar a Samuel y le dijo un par de frases automovilisticas. Pos pásame por arriba, que pues es ese pinchi escándalo.
No puedo esperar para esa tomar la clase de dichos de automovilista.
Y sin mencionar que saldré siendo un piropeador desde el coche.
jueves, marzo 06, 2008
martes, marzo 04, 2008
Le pitabamos a todas las muñequitas que veiamos mientras el decía: muñeca!
Yo creí que a las escuelas de manejo nada mas iba la gente que no tenía papá, o que este estaba muy ocupado como para enseñarle a su hijo. Es como cuando aprendes a caminar, andar en bici, salir de pesca, etc etc. Momento padre e hijo. Al menos yo tenía esa idea.
No, no quiero decir que mi papá esté muy ocupado para enseñarme, o cosas así, el me enseñó a manejar sin distraerme y sin mover el volante de un lado a otro al compás de la musica (good golly miss moooolly♪).
Yo se arrancar, se cambiar velocidades, se prácticamente manejar. Pero:
Te vas a clases de manejo – dijo mi padre.
Mi primer clase fue extraña:
¿Tu eres Omar? Me preguntó la recepcionista sexy
sí
a bueno ya nada mas hay que esperar a Samuel tu instructor.
Sinceramente yo esperaba que no fuera instructor, si no instructora, y que fuera sexy, y mejor aun, que fuera la recepcionista.
Espere a Samuel durante 15 minutos (quince) y mientras veía como se divertían los demás instructores hablando como gringos y me imaginaba a Samuel el albañil que construyo no me acuerdo que cosas en mi casa manejando respetando todas las leyes de transito y a una velocidad moderada. Y Samuel no llegaba.
Luego de un rato me llama la recepcionista sexy. Omar ven.
Te presento a Samuel tu instructor, me dijo con un tono rutinario y samuel dijo: Mucho gusto, yo no le contesté porque a mi no me daba tanto gusto. El caso es que Samuel llevaba ahí sentado como 10 minutos.
Yendo rumbo al coche me empezó a decir, y qué tanto manejas?
Pues según yo ya se manejar, solo es cuestión de práctica.
Orale, ps igual y ahurita nos vamos por unas muñequitas.
Ah va...
...
...
Llegamos al coche y no tenía dos volantes, pero si pedales de ambos lados del coche.
Se subió al lado del conductor puso su stereo con dificultad mientras lo maldecía minuciosamente y puso musica a todo volumen : PEEEEERO TUUUU QUE ME HAS DADOOOO♪
Recordé mis días de acompaña-borrachos hasta que llegamos al lugar de adiestramiento.
Me puse del lado del conductor y Samuel sólo dijo: Enciende el coche y maneja.
Yo encendí el coche y manejé.
Da vuelta a la derecha, da vuelta a la derecha. Da vuelta a la derecha.
También esperaba un poco de teoría, la historia del automovilismo, los motores de combustión interna, la historia del caucho. Pero no. Nada de eso.
Y dije, entonces no es tan padre e hijo estas cosas.
Hoy es mi segunda clase, a ver si ahora si nos vamos por las muñequitas.
Pd: recuerdan aquellos viejos ayeres cuándo siempre terminaba os posts diciendo que necesitaba clases de redacción? Pues otra vez lo empiezo a considerar.
No, no quiero decir que mi papá esté muy ocupado para enseñarme, o cosas así, el me enseñó a manejar sin distraerme y sin mover el volante de un lado a otro al compás de la musica (good golly miss moooolly♪).
Yo se arrancar, se cambiar velocidades, se prácticamente manejar. Pero:
Te vas a clases de manejo – dijo mi padre.
Mi primer clase fue extraña:
¿Tu eres Omar? Me preguntó la recepcionista sexy
sí
a bueno ya nada mas hay que esperar a Samuel tu instructor.
Sinceramente yo esperaba que no fuera instructor, si no instructora, y que fuera sexy, y mejor aun, que fuera la recepcionista.
Espere a Samuel durante 15 minutos (quince) y mientras veía como se divertían los demás instructores hablando como gringos y me imaginaba a Samuel el albañil que construyo no me acuerdo que cosas en mi casa manejando respetando todas las leyes de transito y a una velocidad moderada. Y Samuel no llegaba.
Luego de un rato me llama la recepcionista sexy. Omar ven.
Te presento a Samuel tu instructor, me dijo con un tono rutinario y samuel dijo: Mucho gusto, yo no le contesté porque a mi no me daba tanto gusto. El caso es que Samuel llevaba ahí sentado como 10 minutos.
Yendo rumbo al coche me empezó a decir, y qué tanto manejas?
Pues según yo ya se manejar, solo es cuestión de práctica.
Orale, ps igual y ahurita nos vamos por unas muñequitas.
Ah va...
...
...
Llegamos al coche y no tenía dos volantes, pero si pedales de ambos lados del coche.
Se subió al lado del conductor puso su stereo con dificultad mientras lo maldecía minuciosamente y puso musica a todo volumen : PEEEEERO TUUUU QUE ME HAS DADOOOO♪
Recordé mis días de acompaña-borrachos hasta que llegamos al lugar de adiestramiento.
Me puse del lado del conductor y Samuel sólo dijo: Enciende el coche y maneja.
Yo encendí el coche y manejé.
Da vuelta a la derecha, da vuelta a la derecha. Da vuelta a la derecha.
También esperaba un poco de teoría, la historia del automovilismo, los motores de combustión interna, la historia del caucho. Pero no. Nada de eso.
Y dije, entonces no es tan padre e hijo estas cosas.
Hoy es mi segunda clase, a ver si ahora si nos vamos por las muñequitas.
Pd: recuerdan aquellos viejos ayeres cuándo siempre terminaba os posts diciendo que necesitaba clases de redacción? Pues otra vez lo empiezo a considerar.
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